Beneficios de la financiación de litigios

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Beneficios de la financiación de litigios. El fenómeno de la financiación de litigios, conocido en las jurisdicciones anglosajonas como Third Party Litigation Funding o TPF, ha desarrollado un crecimiento exponencial en los últimos años como consecuencia de una creciente demanda de soluciones de financiación por parte de las empresas. Esta demanda ha sido impulsada especialmente por el incremento tanto del número de asuntos litigiosos en todo el mundo como del coste de los litigios.

Mediante este método, un tercero que no es parte del litigio, financia los recursos necesarios para acometer y culminar un procedimiento judicial o arbitral, recibiendo a cambio, sólo en caso de que las pretensiones del litigante sean estimadas, un retorno.

Esta nueva industria que se ha introducido tímidamente en los últimos años en las jurisdicciones del Civil Law (concretamente en el ámbito de nuestra esfera nacional, desde el año 2015[1]), está muy arraigada en países como Australia, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá donde los beneficios que aporta esta práctica han sucumbido a las grandes y pequeñas empresas, así como a los despachos de abogados.

La práctica ha evolucionado en los últimos años hacia un modelo donde los principales motivos que llevan a las empresas a acudir a la financiación de litigios no solo se limitan a la falta de recursos sino también a la posibilidad de dispersión del riesgo y de optimización de los recursos de las compañías.

Así, remontándonos a 2001, cuando el primer fondo de inversión en litigios comenzó sus andadas en Australia, podemos observar que los litigantes que principalmente acudían a la figura de la financiación de litigios eran empresas insolventes o con falta de recursos para sufragar los costes del procedimiento. Sin embargo, en la actualidad, las grandes y pequeñas empresas no solo acuden a los fondos de inversión en litigios por falta de recursos, sino también por la posibilidad (i) de monetizar anticipadamente activos litigiosos; (ii) de diversificar el riesgo derivado de sentencias o laudos desestimatorios en procedimientos complejos, impredecibles, extendidos en el tiempo y con un alto coste económico; así como (iii) de contar con una herramienta eficiente para gestionar sus recursos.

En conclusión, la financiación de litigios resulta extremadamente útil para las empresas por razones de conveniencia, rentabilidad y distribución del riesgo y en Procurator Litigation Advisors queremos ayudar a las compañías a llevar a cabo una gestión eficiente de sus activos litigiosos.

Silvia Ochoa Pérez
Legal Senior Analyst

[1] “Los fondos de inversión ya financian pleitos en España” Diario Expansión (8 de Noviembre 2015)

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