Financiación de litigios en tiempo de incertidumbre. El pasado 28 de abril el Consejo de Ministros aprobó el “Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad”, por el que se inicia el proceso de desescalada gradual de las medidas extraordinarias de restricción de la movilidad y del contacto social adoptadas para hacer frente a la expansión del Covid-19. Afortunadamente, parece que desde el punto de vista sanitario lo peor ya ha pasado.
Sin embargo, somos conscientes de que queda mucho camino por recorrer y que, desde el punto de vista económico, el panorama a corto-medio plazo no es muy alentador. Al impacto del Covid-19 se une la posible -para algunos ya existente- recesión económica global.
Al reducirse sustancialmente sus ingresos, las empresas necesitarán un extra de liquidez para poder operar con normalidad e incluso, en muchos casos, para poder sobrevivir.
En el sector legal, esta crisis provocará un aumento de litigios sin precedentes y una nueva oleada de concursos de acreedores. Litigios a los que muchas empresas no podrán dedicar tantos recursos como les gustaría, entre otros motivos debido a las necesidades de conservar sus recursos para otros aspectos críticos de la operativa y a las posibles tensiones presupuestarias de los departamentos jurídicos internos.
Todo ello comportará a su vez colapsos en nuestros juzgados, una mayor ralentización de la justicia y que las empresas se vean obligadas a renunciar a reclamaciones fundadas y/o a aceptar acuerdos extrajudiciales poco satisfactorios.
Pese a todo ello, desde PLA nos gustaría transmitir a las empresas un mensaje de calma y esperanza. Aunque la situación a nivel global escape de nuestro control, sí está en nuestras manos centrar todos nuestros esfuerzos en ayudar al tejido empresarial a superar la presente situación de la mejor forma posible, contribuyendo a dinamizar los activos litigiosos, minimizar riesgos, eliminar costes y, en definitiva, a paliar las dificultades que nos encontraremos desde la máxima profesionalidad, honestidad y eficacia.
En estos tiempos difíciles y de incertidumbre, creemos sinceramente que la financiación de litigios y arbitrajes puede ser parte de la solución que las empresas necesitan. Si la figura del litigation funding se ha demostrado tan eficaz y positiva en algunos países de nuestro entorno, ¿por qué no apostar por ella también en España? Nos encantaría tener la oportunidad de ayudar a las empresas españolas y aportar así nuestro granito de arena. De hecho, ya lo estamos haciendo.